-El Inter, encerrado en su campo. Los de Mourinho renunciaron en todo momento al fútbol, no quisieron pasar de la línea del centro del campo y se dedicaron a defender.
-La fortuna, esquivó al Barcelona. Entre la defensa interista, las acciones de Julio César y la falta de acierto fue imposible que los de Guardiola pudieran recortar la ventaja sufrida en la ida
-Incapaz de aprovechar la expulsión de Motta. El italo brasileño abandonó el terreno de juego tras ver la roja en la primera mitad tras una acción con Busquets y el Barça no supo aprovecharlo.
La cita del Camp Nou se había planteado como una batalla. Los cien mil seguidores que coparon las gradas del Camp Nou, toda la ciudad de Barcelona que se había vestido con los colores azulgranas y los millones de simpatizantes culés que están repartidos por el mundo sabían que los suyos se iban a dejar la piel, pero en estas ocasiones, siempre hay que tener en cuenta a Mourinho. El luso, aunque no sea simpático para muchos y tenga unas formas que dejan bastante que desear, sabía que su guerra en la banda tenía que ganarla por el bien de su equipo y lo volvió a conseguir, como en la ida.
Al final y durante todo el partido Mourinho estubo provocador y ganó la batalla en la banda, tanta es la cosa que cuando Guardiola estaba corrigiendo a Ibra Mourinho le dio un consejo y al final con el pitido del arbitro se exaltó tanto que Victor Valdés le agarró del cuello y tubo que ser separado.Mourinho, aunque no sea simpático para muchos y tenga unas formas que dejan bastante que desear, sabía que su guerra en la banda tenía que ganarla.
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